QUÉ ES EL VAGINISMO?

El vaginismo es  “la contracción involuntaria de los músculos que rodean a la vagina y que impiden la  penetración o la introducción de  algo en su interior.”

Es un problema que sufren muchas mujeres, entre un 2 aun  5 % de la población femenina .

Suele provocar dolor y limita muchas veces su vida sexual. *

No hay una sola manera  en que  el vaginismo se presenta, sino múltiples formas de expresarse en función de cada mujer. 

Preferimos entonces nombrar al  “Vaginismo”,  en plural.  Porque al decir “Vaginismos”, nos referimos al que se expresa  en cada mujer que lo padece en función de  su contextura física, de sus relaciones de pareja, de su orientación sexual, de sus creencias intelectuales y religiosas,  de su educación, y del contexto  social en el que aparece como problema.

Es así que las causas del padecimiento  por no poder introducir algo en su interior de su vagina, o sentir dolor a hacerlo, así sean sus propios dedos, un tampón, pasar por un examen ginecológico, o lograr  una relación coital,   pueden ser muchas más que la aparición reactiva de espasmos en  la musculatura perivaginal como se las define y describe habitualmente .

De todos modos la mayoría de las mujeres con vaginismo dicen  que cada vez que  intentan  introducir algo en su vagina, así sea su propio dedo,  los músculos del suelo de su pelvis responden con una contracción de las paredes vestibulares en forma refleja que al impedir su apertura, le hacen creer  que su vagina es un espacio cerrado, inaccesible en el que no hay lugar para nada en su interior. 

Esa contracción involuntaria de las paredes vaginales que se produce, le provoca una sensación de dolor que realimenta la presión refleja que ella efectúa nuevamente con sus músculos perivaginales, creando así un círculo vicioso de contracción- dolor-contracción.  

Con esta experiencia ella construye la creencia de que le es imposible una penetración sin sufrimiento lo  que refuerza su  miedo al dolor y así se instala  progresivamente un sistema muscular de alerta en la que cada contacto se convierte en una verdadera amenaza a su intimidad.

A las mujeres que sufren de este problema les cuesta pedir ayuda. 

Suelen pasar entre dos a quince años entre la aparición e identificación del problema hasta que llegan a consultar. 

Pero por otra parte, la dificultad está en que una vez que tienen el diagnóstico no dan con el tratamiento eficaz

En esta cuestión me he encontrado especialmente con muchas mujeres,  que deambularon durante años por   diferentes consultorios de colegas de psicoterapia, o de psicoanálisis y hasta de sexólogos clínicos, que pretendiendo resolver el síntoma con las herramientas propias de sus respectivas disciplinas,  al no conseguirlo las terminaron desaminando a seguir en la búsqueda de otra ayuda.

 Seguramente el desconocimiento de la existencia de un tratamiento específico como el que proponemos, de abordaje somático psico sexual impidió que  haya podio tratar mucho antes su dificultad de una manera rápida y eficaz.

El vaginismo tiene solución. Se necesita estar dispuesta a emprender un camino de auto conocimiento corpogenital  y confiar en la propia capacidad y derecho para gozar como mujer de  una sexualidad plena.

*  Hay que diferenciarlo del llamado  “coito o matrimonio no consumado” que es la imposibilidad que tiene una pareja heterosexual de realizar el coito a  pesar de haber intentado la penetración vaginal durante varios meses.